lunes, 22 de febrero de 2016

Tiempo de espárragos

Desde hace unos años, en las zonas de vega de nuestros pueblos, estamos encontrándonos con un nuevo cultivo, que capta nuestra atención por su originalidad, y más en Jaén donde presumimos de la mayor superficie de monocultivo del mundo. Este cultivo es el espárrago.

Empezó su implantación en la vega de Granada, a orillas del Genil, donde perfeccionaron su cultivo, y poco a poco ha ido ampliando territorio en la provincia, hasta llegar a Jaén, donde está comenzando a ser un cultivo atractivo de importancia, sobre todo en la Comarca de la Sierra Sur, en pueblos limítrofes con la provincia de Granada como son Alcalá la Real, Frailes, etc.

La planta es un tallo subterráneo modificad en rizoma con raíces (garra). Sobre este rizoma se sitúan las yemas vegetativas que dan lugar a los turiones (espárragos). En este rizoma se producen mecanismos de formación y acumulación de reservas.

Poseen dos tipos de raíces; las primarias, carnosas y gruesas que arraigan hasta más de un metro de profundidad y salen directamente de la plataforma rizomatosa (almacén de carbohidratos, vida de 2-3 años, al morir se sustituyen por otras nuevas que se sitúan en la parte superior a las anteriores, acercándose a la superficie del suelo con los años de cultivo), otras, secundarias, fibrosas, delgadas y cortas (absorción de agua y nutrientes)

Los turiones presentan brácteas en el ápice, que posteriormente se abre, dando lugar al sistema foliar.

Las fases del cultivo pueden clasificarse en tres; la primera, coincidente con el inicio de la actividad-recolección, desde finales de Febrero hasta principios de Junio, la segunda, de acumulación de reservas, desde principios de Junio hasta el comienzo del Otoño, y el receso durante el resto del año hasta las primeras cortas de espárragos.

La planta vegeta hasta que se seca de forma natural al final del Otoño, favoreciendo la acumulación de reservas, que estará relacionado directamente con la producción en la primavera del año siguiente.

Para un adecuado desarrollo requiere de una parada vegetativa (período de reposo) que ocurre de forma natural en invierno, iniciando de nuevo su actividad con una temperatura de 10-12ºC durante una semana, estando el óptimo de vegetación entorno a 18-25ºC

Una de las características que presenta y que hacen que veamos este cultivo con mayor frecuencia en nuestros campos es que es una especie rústica que se adapta a terrenos variados y tolerante a la sequía.

Bueno pues ya sabemos un poquito más de éste cultivo. Pronto hablaremos sobre sus producciones, tratamientos y técnicas de cultivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario