viernes, 8 de marzo de 2019

¿Este señor que nos habla de olivos quién es?



Hace unos días, me dieron la oportunidad de hablarle a unos chicos de 3º de ESO a 2º de Bachillerato sobre olivicultura moderna, dentro de unas jornadas interdisciplinares que se estaban llevando a cabo en un colegio de Jaén, sobre aceite de oliva y olivar.

Por el foro al que me dirigía, quise orientar la charla de una manera atractiva, incluyendo en esta vídeos e imágenes desde puntos de vista desde los cuales nunca habían visto el campo, si es que muchos lo habían visto desde alguno.

Estos cursos son la recta final de la enseñanza, antes de saltar y caer unos de pie y otros de cabeza en el chapuzón que supone la elección de formación para su futuro profesional.

Desde mi punto de vista, no objetivo, un Ingeniero Agrónomo no es un bicho raro, aunque sí un tipo bastante desconocido, al cual se le  suele relacionar, salvo personas cercanas al sector, con la persona a la cual dirigirte cuando la palmera de tu casa o el poto de tu ventana se están poniendo feos.

Una vez me enfrenté a presentarme en el Aula Magna, decidí preguntarles cuantos de ellos habían pensado elegir la titulación universitaria de Ingeniero Agrónomo, el resultado fue de ningún brazo levantado. Obteniendo semejante respuesta decidí bajar un nivel y preguntar para conocer el por qué, cuántos de ellos conocían dicha carrera. Cual fue mi sorpresa cuando volví a obtener el mismo resultado de la pregunta anterior.

Cuando ante un foro de unos 100 niños, de los que la mayor parte se enfrentan a la elección de una carrera universitaria, ninguno conoce qué es o qué hace un Ingeniero Agrónomo, entonces soy yo el que me planteo qué está ocurriendo en nuestra actividad. Ellos son el futuro, parece un eslogan electoral sobre educación, pero en este caso me ayuda a reflexionar sobre este tema.

Ausencia de jóvenes agricultores, los niños se educan lejos del mundo rural, no se les educa sobre la importancia en España del sector agrario y de la industria agroalimentaria, los Colegios Oficiales de Ingenieros Agrónomos, no contribuyen a sembrar lo que en un futuro próximo serán sus colegiados, esto me ha pasado en Jaén, donde su principal actividad económica es la agricultura y obviamente muchos de sus padres explotan o poseen tierras de olivar en propiedad. Estas son algunas de las ideas que me vienen a la cabeza y sobre las creo que deben reflexionar, instituciones, Escuelas Técnicas de Ingenieros Agrónomos, Colegios Oficiales, asociaciones agrarias, etc.

Quizás desde una subjetividad que procede del corazón, o desde una humilde objetividad, espero y deseo que sean más alumnos los que se animen a conocer una profesión con multitud de salidas profesionales, que contribuye a la sostenibilidad del medio ambiente, a cuidar la salud humana y a alimentar al mundo.

Desde este blog, me ofrezco a todos aquellos lectores que estén pensando qué elección profesional tomar, a explicarles qué es un Ingeniero Agrónomo y a qué se dedica.

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