España es un país con una variedad de climas tan
variopintos, que cualquiera puede
comprobar que en pocas horas se puede pasar de los paisajes verdes y brumosos
del País Vasco a los áridos de Teruel o de Almería. Es por ésta razón, que
es muy complicado organizar el año agrícola, en función de las variables
climatológicas.
En todos los territorios o sistemas agronómicos siempre exisitirá
el riesgo o la fatal incidencia que en ocasiones ejerce el clima sobre nuestros
cultivos, pero el caso de las tierras
que pisan nuestros pies, es algo excepcional. Para ello, y para solventar y
hacer menos dañinas las consecuencias económicas de estos accidentes
meteorológicos, fue para lo que se creó el actual sistema de Seguros Agrarios,
tan necesario y fructuoso para dar descanso y tranquilidad a millones de
agricultores en nuestro país.
En tiempos de crisis, en los que a veces, a parte de la
amenaza del clima, nos encontramos con la de los mercados, éstos se hacen muy
necesarios.
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